En esta primera práctica se te invita a hacerte las siguientes preguntas:
Por ejemplo:
Si viene el pensamiento: “soy un desastre” observa qué te dices entre líneas… primero: te estás diciendo a tí misma lo que para tí significa ser un desastre, que no es lo mismo para todas
Quizà te estás diciendo con esta frase que no vales para nada, que no eres capaz, que no sabes hacer las cosas bien, que no eres importante para nadie, que no te mereces esto o aquello…
Una vez comience la mente a mostrarte respuestas ve de una en una y como si de un espectador cualquiera se tratara, tomando distancia, ve desgranando cada frase que llegue a ti de esa manera…
Es muy importante que seas lo más sincera que puedas contigo misma.
Recuerda: los pensamientos se vuelven reales para ti sólo cuando los alimentas y los mantienes en tu día a día como ciertos.