Una vez has visto que los pensamientos que piensas acerca de ti no son reales, que son simples pensamientos y muchos ni siquiera son tuyos.. te invito a cerrar los ojos y con la espalda lo más erguida posible volverte hacer las preguntas
Ahora a cada pensamiento que llegue le vamos a dar la bienvenida, agradecer de corazón y despedirlo como si de un invitado se tratara y lo haremos de la siguiente manera:
Hola “pensamiento” Gracias por venir, ¡siguiente!
Hola “no soy suficiente” Gracias por venir, ¡siguiente!
Procura hacerlo con la total convicción de que son simplemente pensamientos y por lo tanto si les dejo de dar fuerza dejarán de existir
Y así, deja que vayan pasando de uno en uno
Recuerda que, como todo en la vida, la práctica hace que vayamos cada vez más profundo
Y comenzamos