Nunca vas sola

Desde el primer segundo en el que comenzaste a existir.. algo “misterioso” comenzó a cuidar de ti, proporcionándote a cada instante aquello que necesitabas para vivir.
Te cedió un vientre como hogar, tiempo para poder gestar toda la magia que habita en ti en un bonito cuerpo, alimento para crecer, habilidades para compartir, movilidad para crear.. y una vez saliste al mundo te siguió cuidando poniéndote al lado a tus papás, abuelos o familia de acogida…

Seguiste creciendo y te puso al lado personas que te cuidaron y que a la vez supiste cuidar con una sonrisa, una mirada, un abrazo..

Y en este instante.. ¡para y observa!

Observa que ahora mismo no tienes que hacer nada para respirar, nada para hacer la digestión, nada para que tu corazón lata.. tan solo lo estás permitiendo sin ser a penas consciente..

Y ahora..

“¿Por qué no seguir confiando en que ese algo “misterioso” te va a proporcionar las experiencias perfectas en tu vida para sanar, aprender y acercarte a ti misma?”

Y si! quizá pienses que no son las experiencias que tú elegirías, quizà te resulten dolorosas, inexplicables.. pero serán las experiencias que te harán acercarte a la persona más importante de tu vida: TU
Si las permites haciendo las paces con tu dolor y sufrimiento se disiparán como nubes en el cielo